Thursday, December 22, 2011

Oscar López Rivera: Companero, Brother and Patriot

Oscar: Compañero, Hermano y Patriota

English translation follows Spanish

“... la vida es lucha toda... es mucho más fácil no luchar, rendirse y tomar el camino de los muertos vivos o los vivos muertos. Pero si pretendemos vivir, tenemos que luchar.”
Oscar López Rivera

Dec. 23, 2011 Claridad


El 22 de diciembre de 2011 se producirá un encuentro histórico en el Ateneo Puertorriqueño a las 12 del medio día. El Pueblo de Puerto Rico rendirá sentido homenaje al Patriota Oscar López Rivera y su familia. Oscar cumple 69 años de edad el 6 de enero de 2012. El 29 de mayo de 2012 cumple 31 años en su condición de prisionero político en cárceles de E.U.

Con la enorme sensibilidad que caracteriza su vida, Oscar López Rivera nos presenta una vivencia única del significado y martirio de la cárcel para el espíritu de un prisionero político:
“Yo uso la palabra ‘espiriticidio’ para describir la deshumanización y perniciosa existencia que he sufrido desde que estoy preso, particularmente durante los años que llevo en esta mazmorra....es espiriticidio por que es la muerte y aniquilamiento del espíritu lo que los carceleros buscan manteniéndome bajo tan deletéreas condiciones. Por un lado, confronto un medioambiente que es un laboratorio de privación sensorial; y por el otro, un régimen repleto de obstáculos para negarme y destruir o paralizar mi creatividad... Al principio dije que este gulag era un laberinto de acero y cemento construido para aislar e incapacitar. Aquí el preso no tiene contacto con otro preso. Fuera del tiempo de ejercicio y recreación. La meta es aislar al preso para que no se cuaje ninguna solidaridad. Las celdas están construidas para garantizar este aislamiento... Yo he dicho que aquí se pretende enmudecernos como las paredes y las rejas de acero. El preso también es intimidado para que mantenga silencio... Sabemos que la privación sensorial y la negación de la actividad creativa causan que el espíritu se marchite y muera. Es exactamente lo que los carceleros buscan con mantenerme aquí. Estoy encerrado en una celda de 8’ de ancho por 9’ de largo por un promedio de 22 horas y media al día...no tengo acceso al aire fresco ni a la luz natural porque aún cuando apago la luz en la celda para dormir, los carceleros mantienen las luces de afuera prendidas y la luz entra a la celda. Algo que puedo decir es que solo veo la sombra de la sombra, pero no el objeto... Cuando me sacan al patio, una vez a la semana por dos horas, al oir el canto de los pájaros es como si fuera música para los oídos... en el transcurso del tiempo, en la prisión he aprendido que desde aquí la comunicación es una con palabras sin alas... Constantemente tengo que buscar energías para darme bríos y animarme...

En el caso de nosotros que estamos presos por amar y defender nuestra Patria, el gobierno estadounidense no tiene la menor razón para enjuiciarnos bajo tan perniciosas condiciones... Sé que el espíritu humano tiene la capacidad para resucitar después de sufrir el espiriticidio y como la rosa o la hoja que marchita cae y muere y en su lugar resucita o renace una nueva y más fuerte, mi espíritu también resucitará si los carceleros logran sus metas.

...y a pesar que aquí el silencio de afuera es más doloroso que la soledad dentro del antro, siempre llega a mis oídos el canto de un pájaro o el sonido de una chicharra para despertar mi fe y seguir pa’lante... Sé que si nos atrevemos a luchar el triunfo es inminente y que para los que luchan, la victoria es su recompensa... La Patria es de todas las personas que la amamos. Y si queremos verla libre entonces nos toca a todos(as) luchar para que obtengamos la libertad. Nadie nos la va a dar... La memoria de nuestro dolor merece ser apreciada, recordada, y nunca enterrada... Aunque sea a la distancia, todos los momentos que ustedes celebren juntos yo me los gozaré vicariamente...”


Entre la Tortura y la Resistencia, Luis Nieves Falcón, 2011.

El colonialismo es un crimen contra la humanidad y una amenaza a la paz de las naciones. Hace más de cien años que el gobierno norteamericano ejercita su dominio sobre nuestro territorio e impone la esclavitud y servidumbre sobre nuestro Pueblo. Sus crímenes y ofensas ya rebasan las características del delincuente habitual y su opresión contra los luchadores y luchadoras por la independencia se aproxima al patrón de crueldad nazi. Nos dice Oscar:

“Lo que me da la seguridad que mi espíritu resucitará después de esta penosa prueba, no es un enigma que se pueda descifrar. Tengo confianza que he escogido servir una causa justa y noble donde descansa esa seguridad. Una Patria libre, democrática y justa representa un ideal sublime por el cual vale la pena luchar. Entre este ideal y mi motivación por luchar hay una relación orgánica... La pobreza espiritual nutre la ignorancia y nos roba la conciencia. Y si somos ignorantes y no tenemos conciencia, existimos sin una misión humana... Estoy en esta mazmorra y las posibilidades que salga en libertad son remotas por no decir imposibles, bajo una existencia igual o peor que las de los animales enjaulados en zoológicos bajo ataques físicos y espirituales pero con dignidad plena y con mi conciencia limpia y clara
Los que hemos defendido la Patria hemos pagado un precio alto sólo con afirmar que Puerto Rico es una colonia... Por casi 100 años ha sido el independentismo el que ha formulado la concepción de nuestra realidad política afirmando siempre que somos una colonia. Contra viento y marea, pagando el precio de la persecución y la criminalización, el independentismo ha afirmado y reafirmado que el status político es uno colonial. Una verdad irrefutable para todas las personas amantes de la justicia, de la libertad y la verdad... Sabemos que vamos a triunfar porque la verdad tarde o temprano prevalece. El independentismo puede reclamar una victoria porque fue la única fuerza que se atrevió a afirmar que éramos una colonia...”.

Cuando los familiares de Oscar icen la bandera nacional en el solemne acto retumbarán las consignas y juramentos de nuestros antepasados:

“La mayoría iba cantando y dando ‘vivas a la libertad’. Pedro Pablo González salió de su casa portando una ‘bandera roja’. A su lado iba Clemente Millán con una bandera blanca. Manuel Rojas dio un discurso: ‘...Viva la Libertad, Viva Puerto Rico Libre’. Manuel Cebollero tomo la bandera de Millán y expresó: ‘Libertad o muerte. Viva Puerto Rico Libre. Año 1868’. Entre la medianoche y 3:00 am tomaron el Pueblo. Gritaban: ‘Viva Puerto Rico Libre. Viva la República’. El presidente electo Francisco Ramírez en su primer decreto manifestó”:

“PATRIA, JUSTICIA, LIBERTAD: VIVA PUERTO RICO LIBRE”

El Grito de Lares, Olga Jiménez de Wagenheim.

María Dolores Rodríguez y Ponce de León (Lola Rodríguez de Tío) apercibió desde temprano en nuestro himno nacional “que nuestras mujeres indómitas también sabrán luchar”. Blanca Canales escuchó el llamado, izó la bandera monoestrellada y proclamó la República en Jayuya a mediados del pasado siglo. Todavía sentimos en el alma la ejecución a sangre fría de Matías Brugman y Baldomero (Guayubín) Bauring en la batalla de Lares. Lolita Lebrón, Juan Mari Brás, Oscar Collazo, Irving Flores, Andres Figueroa Cordero, Rafael Cancel Miranda, Carlos Alberto Torres, Edwin Cortés, Antonio Camacho Negrón, Juan Segarra Palmer, Elizam Escobar, Carmen Valentín, Alejandrina Torres, Ricardo Jiménez, Adolfo Matos, Alicia Rodríguez, Alberto Rodríguez, Ida Luz Rodríguez, Luis Rosa y Dylcia Pagán nos acompañan —aún los que partieron— para recordarnos que nuestra tierra está habitada por seres de luz, cuyas vidas ejemplifican el valor y el sacrificio. Griselio Torresola Roura nos enseña que una misión se cumple más allá de la existencia. Se da el todo por el todo. No hay espacio para vacíos ni para la tristeza. El joven trabajador Luis Baldoni Martínez y el estudiante Manuel Suárez Díaz dan testimonio de que en la defensa de nuestra bandera nacional se compromete la vida si fuera necesario. Betances atestigua que 37 años de ausencia de la patria no quebrantan la fe ni el espíritu de lucha; más aún la acentúan y la diseminan. Desde las entrañas mismas del dolor, Albizu nos ilumina: el amor y la lucha por la independencia no admiten ausencias, yo nunca he estado ausente de Puerto Rico, nos dijo. Carmín Pérez nos enseña que la vida tiene sentido si somos consecuentes y perseveramos, que todo sacrificio es una semilla que germinará en las generaciones futuras, su sonrisa era y continúa siendo un aviso de que la lucha revolucionaria sigue. Filiberto Ojeda Ríos nos confirma que la victoria será nuestra, que la historia tiene otra dimensión más allá de la canción de cuna propuesta por el invasor, que la legalidad surge de la condena y ruptura con el régimen colonial y no de la cooperación y complacencia con la metrópolis. Oscar López Rivera nos enseña que estamos curtidos por el hierro, no hay golpe que quebrante nuestra resistencia y reciedumbre, venceremos sobre la cárcel y el destierro.

Oscar, juramos que romperemos las cadenas para que tú salgas y nos hables. Abriremos espacios de luz para que veas. Elevaremos nuestro sentido de humanidad como tú propones. Sembraremos la tierra de la libertad. Escucharemos juntos el sonido de los pájaros y del agua. Seremos compasivos. Pintaremos contigo para liberar el alma. Daremos un abrazo solidario al oprimido y al necesitado. Compartiremos la vida desde la perspectiva de la justicia. Seremos férreos defensores de la verdad. Nunca rendiremos la causa por convicción de nuestros antepasados. Y cuando todo eso ocurra tú serás libre, por mandato de fuerzas y circunstancias que el carcelero yanqui nunca entenderá, tal como ocurrió en “El Reino de este Mundo”. Porque tú eres la semilla que sostiene nuestra causa y lucha de liberación nacional. Tu voz, acciones, silencio, sacrificio y energía vital sostienen el asta desde donde se iza la bandera de la Patria.

Oscar y nuestros luchadores y luchadoras están guiados por fuerzas del espíritu, del amor y el sacrificio. Por ello, estaremos en el Ateneo con la bandera en alto para testimoniar al mundo que no descansaremos hasta alcanzar su libertad y la de nuestra Patria.


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OSCAR: COMPAÑERO, BROTHER AND PATRIOT
Juan Santiago Nieves
December 20, 2011

"... life is a constant struggle... it's much
easier to not struggle, to give up and take the
path of the dead live ones or the living dead.
But if we claim to live, we must struggle."
Oscar López Rivera

On December 22, 2011, there will be a historic
encounter at the Puerto Rican Ateneo at noon. The
People of Puerto Rico will render heartfelt
homage to Patriot Oscar López Rivera and his
family. Oscar will mark his 69th birthday on
January 6, 2012. On May 29, 2012, he will mark 31
years as a political prisoner in U.S. prisons.

With the enormous sensibility that characterizes
his life, Oscar López Rivera presents us with a
unique experience of the meaning and martyrdom of
prison for the spirit of a political prisoner:

"I use the term "spiriticide" to describe the
dehumanization and pernicious existence that I've
suffered since I've been in prison, particularly
during the years in this dungeon ... it's
spiriticide because it's death and annihilation
of the spirit which the jailers are seeking,
keeping me under such deleterious conditions. On
one hand, I confront an environment that is a
laboratory of sensory deprivation; on the other
hand, a regimen replete with obstacles to deny
and destroy or paralyze my creativity ... At the
beginning I said this gulag was a maze of steel
and cement constructed to isolate and
incapacitate. Here the prisoner doesn't have
contact with another prisoner. Other than
exercise and recreation time. The goal is to
isolate the prisoner so no solidarity sets in.
The cells are constructed to guarantee this
isolation ... I've said that here they're trying
to silence us like the walls and steel bars. The
prisoner is also intimidated to keep silent ...
We know that sensory deprivation and the denial
of creative activity causes the spirit to wither
and die. That's exactly what the jailers are
trying to do keeping me here. I'm locked in a
cell 8' wide by 9' long for an average of 22 and
a half hours a day ... I don't have access to
fresh air or natural light, because even when I
turn off the light in the cell to sleep, the
jailers keep the lights on outside, and the light
enters the cell. Something I can say is that I
only see the shadow of the shadow, but not the
object ... When they take me out to the yard,
once a seek for two hours, to hear the birds
singing is like music to my ears ... as time has
passed, in prison I've learned that from here,
communication is with words without wings ... I
always have to find the energy to pick up my spirits and get motivated.

In the case of those of us who are prisoners for
loving and defending our Homeland, the U.S.
government hasn't the slightest excuse to hold us
under such pernicious conditions ... I know that
the human spirit has the capacity to resuscitate
after suffering spiriticide, and like the rose or
the leaf that withers, falls and dies, and in its
place a new and stronger one resuscitates or is
reborn, my spirit will also resuscitate if the jailers achieve their goals.

... and in spite of the fact that here the
silence from outside is more painful than the
solitude inside the cave, the song of a bird or
the sound of a cicada always reaches me to awaken
my faith and keep me going ... I know that if we
dare to struggle, triumph is imminent, and for
those who struggle, victory is their reward ...
The Homeland belongs to every one of us who loves
her. And if we want to see her free, then it's
our responsibility to struggle so we can win that
freedom. No one is going to give it to us ... The
memory of our pain is worthy of being
appreciated, remembered, and never buried ...
Even though from afar, all those times when you
celebrate together, I enjoy them vicariously."

Between Torture and Resistance, Luis Nieves Falcón, 2011.

Colonialism is a crime against humanity and a
threat to the peace of nations. Over a hundred
years ago, the northamerican government exercised
its dominion over our territory and imposed
slavery and servitude on our People. Its crimes
and offenses have surpassed the characteristics
of the habitual criminal and its oppression of
those who struggle for independence approximates
the pattern of nazi cruelty. Oscar tells us:

"What gives me the security that my spirit will
resuscitate after this arduous test is not an
enigma that can be deciphered. I have confidence
that I've chosen to serve a just and noble cause
where that security resides. A free, democratic
and just Homeland represents a sublime ideal
which is worth struggling for. Between this ideal
and my motivation to struggle, there is an
organic relationship ... Spiritual poverty
nourishes ignorance and robs us of consciousness.
And if we are ignorant and we have no conscience,
we exist without a human mission ... I'm in this
dungeon and the possibilities that I will be
released are remote if not impossible, under an
existence the same or worse than animals caged in
the zoo under physical and spiritual attack but
with complete dignity and with my conscience clean and clear.

Those of us who have defended the Homeland have
paid a high price, just to affirm that Puerto
Rico is a colony ... For almost 100 years it's
been the independence movement that has
formulated that concept of our political reality,
always affirming that we're a colony. Against all
odds, paying the price of persecuting and
criminalization, the independence movement has
affirmed and reaffirmed that the political status
is that of a colony. An irrefutable truth for all
who love justice, freedom and truth ... We know
we will win, because sooner or later the truth
prevails. The independence movement can claim
victory because it was the only force that dared
to affirm that we were a colony ..."

When Oscar's family raise the national flag in
the solemn act they will echo the slogans and oaths of our ancestors:

The majority of the people were singing and
shouting "long live freedom." Pedro Pablo
González left his house carrying ‘a red flag.’ At
his side was Clemente Millán with a white flag.
Manuel Rojas gave a speech: "... Long Live
Freedom, Long Live Free Puerto Rico." Manuel
Cebollero took the flag from Millán and said:
"Freedom or death. Long live Free Puerto Rico. In
1868." Between midnight and 3:00 a.m. they took
the Town. They shouted: "Long live Free Puerto
Rico. Long Live the Republic." President-elect
Francisco Ramírez in his first decree declared”:
HOMELAND, JUSTICE, FREEDOM: LONG LIVE FREE PUERTO RICO



Grito de Lares, Olga Jiménez de Wagenheim.

María Dolores Rodríguez and Ponce de León (Lola
Rodríguez de Tío) from early on prepared in our
national hymn "that our indomitable women also
know how to fight." Blanca Canales heard the
call, raised the Puerto Rican flag and proclaimed
the Republic in Jayuya in the middle of the last
century. We still feel in our soul the
cold-blooded execution of Matías Brugman and
Baldomero (Guayubín) Bauring in the battle of
Lares. Lolita Lebrón, Juan Mari Brás, Oscar
Collazo, Irving Flores, Andrés Figueroa Cordero,
Rafael Cancel Miranda, Carlos Alberto Torres,
Edwin Cortés, Antonio Camacho Negrón, Juan
Segarra Palmer, Elizam Escobar, Carmen Valentín,
Alejandrina Torres, Ricardo Jiménez, Adolfo
Matos, Alicia Rodríguez, Alberto Rodríguez, Ida
Luz Rodríguez, Luis Rosa and Dylcia Pagán
accompany us even those who have departed to
remind us that our land is inhabited by
enlightened beings, whose lives exemplify valor
and sacrifice. Griselio Torresola Roura shows us
that a mission is accomplished beyond its
existence. You give your all for the greater
good. There is no room for emptiness or sadness.
The young worker Luis Baldoni Martínez and the
student Manuel Suárez Díaz provide testimony that
in the defense of our national flag you commit
your life if that is what is necessary. Betances
attests that 37 years of absence from the
homeland doesn't shake one's faith or spirit of
struggle, but rather accentuate and disseminate
them. From the very bowels of pain, Albizu
enlightens us: love and struggle for independence
do not allow for absence I've never been absent
from Puerto Rico, he told us. Carmín Pérez shows
us that life makes sense if we are consistent and
we persevere, that every sacrifice is a seed that
will germinate future generations; her smile was
and continues to be a warning that the
revolutionary struggle continues. Filiberto Ojeda
Ríos confirms for us that victory will be ours,
that history has a dimension beyond the lullabies
proposed by the invader, that legality emerges
from the condemnation of and rupture from the
colonial regimen, and not from cooperation and
complacency with the metropolis. Oscar López
Rivera shows us that we are hardened by steel,
that there is no blow that can break our
resistence and strength, that we will triumph over jail and exile.

Oscar, we swear that we will break the chains so
that you can leave prison and speak to us. We
will open spaces of light so that you can see. We
will raise our sense of humanity as you propose.
We will sow the land of freedom. Together we will
listen to the sound of the birds and the water.
We will be compassionate. We will paint with you
to liberate our souls. We will hug in solidarity
the oppressed and those in need. We will share
life from the perspective of justice. We will be
fervent defenders of truth. We will never
surrender the cause of our ancestors conviction.
And when all this occurs, you will be free, by
mandate of forces and circumstances that the
yanki jailer will never understand, like what
happened in "The Kingdom of this World." Because
you are the seed that sustains our cause and
struggle for national liberation. Your voice,
actions, silence, sacrifice, and vital energy
sustains the flagpole from which the flag of the Homeland is flown.

Oscar and our other brothers and sisters who
struggle are guided by forces of spirit, love and
sacrifice. Thus, we will be at the Ateneo with
our flag held high to testify to the world that
we will never rest until we achieve your freedom
and the freedom of our Homeland.

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