Monday, June 06, 2011

Fue dictada la sentencia en el “caso de los anarquistas bielorrusos”: hasta ocho años de régimen aumentado por cargos inconsistentes

Fue dictada la sentencia en el “caso de los anarquistas bielorrusos”:
hasta ocho años de régimen aumentado por cargos inconsistentes


El 27 de mayo en la corte de la región Zavodsky de Minsk la juez Yanna
Jvoynitskaya dictó sentencia en el caso de los anarquistas bielorrusos
Ígor Olinevich, Nikolay Dedok, Alexandr Frantskevich, Maxim Vetkin y
Evgueny Silivonchik. Estos jóvenes fueron culpados de realizar una serie
de acciones políticas, entre las cuales se cuenta el ataque a la
embajada de le Federación Rusa en Minsk en agosto de 2010. Fueron
acusados según el artículo sobre “bandalismo premeditado” (parte II,
artículo 339 del Código Penal de Bielorrusia) y “destrucción premeditada
y daños a la propiedad privada” (parte II, artículo 218). Frantskevich
fue culpado también de “sabotaje informático”, “acceso ilegal a
información por ordenadores” y “desarrollo, uso y difusión de programas
dañinos” (parte II, art.349, parte II art. 351, 354 del Código Penal).
La corte los declaró culpables en la mayoría de las acusaciones.



Ígor Olinevich fue condenado a ocho años de privación de la libertad en
una cárcel de máxima seguridad (el procurador exigía 9 años).

Nikolay Dedok fue condenado a cuatro años y medio de privación de la
libertad en una cárcel de máxima seguridad (el procurador exigía 6 años).

Alexandr Frantskevich fue condenado a tres años de privación de la
libertad en una cárcel de máxima seguridad (el procurador pedía 5 años).

Maxim Vetkin fue condenado a cuatro años de libertad restringida y
enviado a un centro correccional abierto (precísamente esa condena
exigía el procurador). Hasta el momento de ser enviado a la
correccional, fue dejado en libertado condicional (antes Vetkin había
estado retenido).

Evgueny Silivonchik fue condenado a un año y medio de libertad
restringida y enviado a un centro correccional abierto (el procurador
exigía tres años).

Los acusados debieron pagar una multa de 100 millones de rublos
bielorrusos (algo así como 20 mil dólares) por daños a un automóvil de
la embajada rusa.

Olinevich, Dedok y Frantskevich niegan su culpabilidad en los hechos.
Vetkin y Silovonchik, en cambio, se declararon culpables y declararon en
contra de los otros acusados.

Valentina Olinevich, la madre de Ígor declaró después de que fue dado el
dictamen de la corte: “si antes arrestaban a los hijos de otras
personas, nosotros creíamos que no era nuestro problema. Pero hoy
arrestaron a nuestros hijos, mañana serán los hijos de alguien más.
Todos debemos estar alerta! No permitamos que esto siga sucediendo!”.
Además llamó la atención acerca del papel infame que ha jugado Rusia en
la suerte de Ígor: “Rusia ha permitido que en su territorio secuestren a
las personas. Esto es una infame violación a los derechos humanos, que
ha venido sucediendo bajo el consentimiento de las autoriades del país”.
Recordemos que el 28 de junio Ígor Olinevich fue secuestrado en Moscú
por agentes de las fuerzas especiales e ilegalmente llevado al calabozo
de la KGB de Minsk.

Alexandr Dedok, padre de Nikolay y abogado de muchos años de
experiencia, muchos de ellos incluso como juez, declaró a los medios de
comunicación: “Durante el juicio se cometieron varias violaciones al
procedimiento legal. Se destaca, en primer lugar, la inconsistencia de
las acusaciones. Esta sentencia es injusta e ilegal. Una corte imparcial
y legal no los habría sentenciado”. Alexandr Dedok hizo un paralelo
entre este proceso y el proceso de los “hechos del 19 de diciembre”,
cuando fueron acusados los participantes de una acción de protesta
contra la adeluteración de las elecciones presidenciales.

La Cruz Negra Anarquista de Bielorrusia declaró que las sentencias
tienen motivaciones políticas y que las acusaciones son inconsistentes.
Además, todas las acciones y participaciones ficticias de las cuales
fueron juzgadas estas cinco personas, no poseen carácter violento, pues
como resultado de ellas ni una sola persona fue atacada ni sufrió
lesiones. La mayoría de dichos “ataques” contra diferentes objetos
tenían un carácter simbólico, y los daños que sufrieron fueron
insignificantes.

Podés ver la transmisión de la sala de acusaciones y obtener
información más detallada de los últimos días del proceso en la página
belarus.indymedia.org

"Не признающие законов":
http://rutube.ru/tracks/4469719.html
es una película documental sobre el proceso de los anarquistas bielorrusos.

Cruz Negra Anarquista de Bielorrusia

http://avtonom.org/es/node/15834

Escribidle a los presos políticos bielorrusos!

Hace pocos días unos anarquistar bielorrusos recibieron una sentencia
en prisión considerablemente larga que no corresponde a los cargos que
contra ellos se habían levantado. Es evidente que la corte sentenció tan
fuertemente a los acusados, que no se declararon culpables, para imponer
el terror a todos aquellos que intentan cambiar algo en la sociedad. La
serie de represiones en Bielorrusia en los últimos tiempos es una prueba
de que los anarquistas se han convertido en una amenaza real para el
estado, para Lukachenko y sus secuaces, ya temerosos de la situación.
Tienen miedo de los jóvenes que con sus manifestaciones han demostrado
que no todo el país calla y se somete por temor a perder lo poco que
tiene.

Durante el próximo mes, estos anarquistas condenados seguirán siendo
mantenidos en los lugares de retención en donde han estado los últimos
meses. Por eso este es el mejor momento para escribirles y expresarles
todo vuestro apoyo!

Nikolay Aleksándrovich Dedok, 4 años y medio de prisión. Ulitsa
Vologarskovo N. 2 CIZO-1, Minks, Bielorrusia, C.P. 220050.

Aleksandr Frantskevich, 3 años de prisión. Ulitsa Volo Ulitsa
Vologarskovo N. 2 CIZO-1, k. 46, Minks, Bielorrusia, C.P. 220050.

Ígor Vladímirovich Olinevich, 8 años de prisión. a-ya 8, Glavpochtamp,
Minsk, Bielorrusia, C.P. 220050,

A continuación publicamos las impresiones del publicista Alexandr
Feduta, quien estuvo en la misma selda con Ígor Olinevich en el CIZO de
la KGB.

***
La Corte y el caso

Yo estuve en la misma celda con Ígor Olinevich. Yo era el mayor de los
cinco que estábamos allí (las celdas están diseñadas para cuatro
personas). Tengo 46 años, y el siguiente por edad era Kirill, que tiene
29 años. En la mesilla teníamos “Cien años de soledad” y “Vida y
Destino”. Antes de que yo llegara, en esa misma celda había estado
Lebedko. Ígor es un anarquista convencido. Discutíamos frecuentemente
con él, hasta quedarnos afónicos. “Usted, Alexandr, es simplemente un
marxista!”, me decía Ígor molesto. “Marxista” para él es un insulto.
Habiendo leído a Kropotkin y Bakunin, él está convencido de que el
estado no debe ir desapareciendo con el tiempo, sino ser destruido, y de
que el verdadero revolucionario no es aquel que intenta modernizar el
estado, sino el que quiere destruirlo. Y debe destruirlo ahora mismo,
inmediatamente, sin esperar el día de mañana! Ígor es alto, de frente
alta. Trabajó como ingeniero en “Integral”, donde tenía una brillante
carrera como profesional y hombre inteligente de negocios, donde rige la
jerarquía. Estoy seguro de que si quisiera, podría conseguir todo lo que
quisiera en este sentido. Pero a Ígor le preocupan más otras cosas, y en
lugar continuar con los juegos de rol sobre los que apasionadamente les
contaba a sus compañeros de celda, prefirió empezar a estudiar
profundamente el pensamiento anarquista clásico. Rusia lo traicionó.
Estaba en Moscú, en un café esperando a un amigo, que no llegaba.
Finalmente lo llamó. Vio cómo desde el otro lado de la calle un par de
tipos prácticamente iguales, vestidos de forma que la ropa no les
estorbara pegar y atrapar a agluien, se dirigían hacia el café. “Vienen
por mí” pensó Ígor. Según me parece, Ígor no se equivocaba en el momento
de valorar las relaciones entre el estado y el individuo. Los tipos no
le mostraron ninguna orden, simplemente lo tomaron, lo subieron al coche
y todo el trayecto desde Moscú hasta Minsk lo mantuvieron esposado. Ese
día no figura en ningún documento. “Así es siempre” me decía. “Y no
llamó a nadie en la plaza?”, “Y usted qué haría con ellos, Alexandr?”,
ironizaba este chico rapado con un pequeño mechón de pelo arriba de la
nuca. “Qué, cantarles una canción? Se debe llamar a la gente cuando
estás listo para el asalto, y ustedes, qué decían, alto! Manifestación
pacífica! Una bobada es todo eso, una bobada. Las manifestaciones no
pueden ser pacíficas. Hay que estar preparado para el asalto del poder”.
Pero bueno, precísamente por estar preparados para ese asalto es que
juzgaron y condendaron a estos chicos anarquistas. A los nuestros les
dieron unas condenas terribles, pero a estos, les dieron peores. Las
organizaciones de defensa de los derechos humanos no consideran a los
anarquistas presos ideológicos, sino bándalos. En este caso están del
lado de la corte bielorrusa. Pero el juicio no fue justo, de eso estoy
más que seguro.

PD.: Strughkofrendy, me habéis convencido. No deberíamos hablar de
presos de conciencia, sino de presos políticos.

http://feduta.livejournal.com/669357.html

http://avtonom.org/es/node/15834

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